domingo, 19 de noviembre de 2017

H E R V I D A



A pesar de las heridas.
Nunca nadie y, sin embargo, siempre todos.
Algunas son tan profundas que su altura causa vértigo al abismo.
Otras, más superficiales, jamás dejan de escocer pero el olvido las amansa hasta que un día, de repente, cicatrizan en silencios.
Las hay de todos los colores, con o sin purpurina.
Hasta las estrellas y bajando al mismisimo infierno.
Heridas.
Quizás algún día formen parte de la piel, de nuestra identidad pero aun así, no somos capaces de dejarlas de lado. Hacemos y deshacemos dependiendo de las suturas.
El amor y las heridas la más potente de las bombas nucleares.
Los sueños y las heridas, el miedo haciendo de la vida pasajes de cobardía.
Hay cuerpos con tantos cosidos que ya no encuentran piel en dónde arder ni brazos a los que aferrarse.
Y no es triste,
y no es cruel.
Es la vida misma haciéndonos fuertes.
Es la vida misma luchando para que seamos más fuertes.
A pesar de las heridas,
nosotros seremos más fuertes
(que ellas). 



Margalida Garí Font 

Hervida: Dicho de las heridas realizadas por la vida.