viernes, 1 de junio de 2018

Mar y Tierra


Dejar que el cuerpo se pierda sumergiéndose en el mar es, en su forma más primitiva, alejarse de la tierra.

Desaparecer.

Estar a solas.

Entender al silencio que nunca se calla.

Bailar entre todas las lágrimas que ahora son océano y solo por eso valió la pena que fueran lloradas, guardadas en el mar para darles el prestigio que no tenían en el mundo terrestre.

Mar para navegar a la deriva el tiempo que la tierra nos duela.

Salar cicatrices. Convertirlas otra vez en piel.

Tierra para pisar caos firme.

Volver a subir a esas montañas que nos enseñan que desde arriba los problemas son hormigas y aunque bajemos de nuevo, las hormigas siguen siendo pequeñas.

Tierra desde dónde no perdamos de vista al mar.

Mar que nos salve de nuevo del tiempo, de la rutina, de la gente y de las hormigas.

Sin embargo, nos devuelve a la tierra.

Y, aun con todas las cicatrices saladas, pisando caos firme…nos imaginamos viviendo abrazados por el agua. Protegidos del tiempo, la rutina, la gente y las hormigas…pero para siempre.



Margalida Garí Font

Canción: Allí donde solíamos gritar- Love of Lesbian. 

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