Medio siglo
Sin querer recoger nostalgia ni
sembrar remordimientos,
Un viaje en el tiempo, mi tiempo,
para balancear sonrisas.
Veinticuatro. Atrás los veintitrés
y delante el medio siglo, mi medio siglo.
Y dónde quiera que amanezca algo
nuevo habré aprendido,
A secar las lágrimas con el pañuelo
de un corazón roto y, quizás, aprendí también a coser la risa.
Qué hay caminares muy arduos y un sinfín
de piedras en dónde tomar reposo,
Qué no decaer es tan importante
como embarcar.
Y un medio siglo basta para tan
poco…
Y dos medios siglos no sirven de
nada sin amor, la Tierra, la libertad y la sangre.
Ni aunque la dulce voz de Najwa repitiera
sin cesar la melodía de esa preciosa canción que responde al título de Crime. Ni aun así habría el otoño ganado
una flor.
Esta noche he cerrado los ojos
durmiendo nada, habiendo en mi pensamiento esas preguntas, ya habituales, que
no lograba responder:
¿Y sí pudiera la cima de una
montaña escoger, decidiría haber sido océano?
¿Y sí al océano se le proporcionara
ser Tierra volviéndose en deshidratación desértica?
¿Y sí al desierto se le sembrara primavera
dejaría de sentir tan triste soledad?
¿Y sí la Soledad se encontrara
acompañada vendrías tú a robarme un beso?
Medio siglo, y me invade esa
extraña inquietud que asalta hasta a la más hermosa de las golondrinas,
¿Alcanzaré a ser cobarde durante medio
siglo más?
Margalida Garí Font
3 comentarios:
Es el segundo texto tuyo que leo pero, ¡Madre mía! Son preciosos. Espero seguir leyéndote :) de momento ya me tienes por aquí
Muchas gracias Aída :)
Muchas gracias Aída :)
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