Queridas y apreciadas personas de
a bordo, personas que aún no estáis a bordo pero sí mañana, personas que lucháis
para estarlo, personas que huís para estar a bordo, personas que estuvisteis a
bordo pero ahora estáis de vuelta al lugar de dónde os fuisteis y queridas
personas que también estuvisteis a bordo y ahora estáis en el fondo del mar.
Perdonadnos.
Porque éste es el lugar soñado que
os vendieron.
Porque éstas son las buenas
personas haciendo buenos actos.
Las mismas que os dijeron que os abrirían
las puertas de sus casas, abrigarían vuestros miedos y os devolverían un
trocito de la dignidad que aun os queda.
Perdonadnos.
Porque nuestras malas personas no
van de frente empuñando un cuchillo o un revólver. Las nuestras visten de
traje, corbata, tacones y pendientes de oro. Y nunca las ves venir porque ellas
siempre están.
Perdonadnos.
Porque hablamos de la libertad
como si fuera la descripción de toda una Europa solidaria y unida, pero nunca
nadie supo a quién nos referíamos con ese nombre. Ni dónde está. Ni a dónde se
ha ido.
Porque se tiene que haber ido, si
es que alguna vez estuvo.
O se ha ido o es que a ella
también la hemos matado.
Perdonadnos.
Porque las personas que nos
gobiernan son las mismas que deciden quién es apto para vivir en nuestra “Unión”
Europea y quién no.
Quién es apto para vivir y quién
no.
Personas votadas democráticamente
por nosotros/as.
Perdonadnos.
Porque ya no nos acordamos que un
día nosotros/as también nos fuimos.
También nos llamábamos
inmigrantes, migrantes y emigrantes. A veces lo fuimos todo a la vez.
Perdonadnos porque la memoria
histórica es aquello que o no queremos ver o no queremos entender.
Perdonadnos.
Porque ya quedamos muy pocos/as y
nosotros/as tampoco os queremos salvar (eso lo habéis hecho muy bien solos/as).
Nosotros/as solo queremos que se
os devuelva toda la dignidad.
Que construyamos juntos/as lo que
tantos otros derribaron por separado.
Pieza a pieza. Piel con piel. Sin
colores. Sin fronteras. Sin aguas que calmar.
Perdonadnos.
Porque quedaremos pocos/as pero se
nos va a escuchar en todos los rincones, despachos y bolsillos de eso que aun
llamamos planeta y de esa que aun llamamos humanidad.
Y no nos vamos a callar.
Y no os vamos a callar.
Pero perdonadnos.
Perdonadnos porque no tenemos
perdón.
Margalida Garí Font
Fotografía: Proactiva Open Arms.
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